Quédate con esa sonrisa y esa brillante mirada
que iluminan tu rostro y el mío cada vez que me miran,
cada vez que te miro...
No, no me digas nada,
el silencio, el ambiente, las sensaciones
dicen mucho más y evidencian menos.
Quédate con ese sentir tan tuyo
y con ese sentimiento que es mío
como todo aquello que provoca mi presencia
y que ansioso quieres regalarme.
Quédate con las ganas, con el deseo
y cada noche en el mejor de tus sueños
i vuélvete loco y hazme tuya!
Sacia tus ganas y vuelve a calmarte.
De día cuando me veas, no digas nada,
sólo sonríe y vuelve a mirarme,
permiteme ver en tus ojos que sigo ahí contigo,
que te has quedado conmigo,
que tu alma aún atada a otra
tan sólo a mí quiere amarme.
... Mientras no seas libre,
quédate con toda la pasión,
con toda la tormenta; no me digas nada,
tan sólo sonríe y vuelve a marcharte.
... No voy a mentirte, me inquieta lo que sientes,
me gusta lo que siento, eso es lo que quieres,
eso es lo que quiero...
Quedémonos cada uno con su parte,
tú con lo que tienes, yo con lo que tengo...
No digamos nada y olvidemos éste cuento...