La tristeza sigue rondando mi vida, hace acto de presencia y se burla al verme a la cara, los dias siguen grises y mi alma negra, por el luto que en el corazón se guarda.
No hay sonrisas para enmarcar el rostro, incluso el llanto también se ha secado, se me acaba la vida hundida en pensamientos , como se consume el agua en pleno desierto. La soledad se ha posado a mi lado, ya no tengo amigos, los que quedaban marcharon…
Mi fe quebrantada y mi esperanza moribunda buscan alicientes mas no encuentran nada, solo este recuento que lleva a pensar que en este mundo la vida no vale nada.
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