Fue solo un día, pero se empeñó en transcurrir lento, y el viento en complicidad con el, me traía tu recuerdo, tu aroma, le brindaba a mis labios tus besos y el dulce sabor de tu boca y a mis ojos solo lagrimas que nacían en mi corazón, que corrían por mi rostro pero de las cuales pude identificar el sabor amargo de tu ausencia.
Un día, un solo día y yo había perdido la consciencia, mi mente solo existió para ti, porque dentro de mi no había mas nadie, solo permaneciste tu, mi cuerpo ansioso, sediento de ti, te gritaba, te aclamaba, te necesitaba aquí junto a mi, pero tu indiferencia, tu orgullo quizá momentáneo impidieron que te percataras de ello, puesto que yo, amándote como te amo me atreví a sembrar la duda en ti y te hice creer que había otro amor que solo en mi mente existió y con el cual, se que te hice tanto daño.
Ahora que te tengo aquí, junto a mi, después de implorar tu perdón, solo me queda agradecer la bondad infinita de Dios quien presto su oído para escuchar mis ruegos y sus ojos para ver mi dolor, agradezco a ese dios que hizo que ese día fuera eterno y con ello me permitió ver que sin ti nada seria porque desde el momento que te conocí supe que solo contigo quería estar y hoy amor, hoy que te perdí y te recupere en un solo día he confirmado que mi vida, ésta loca vida mía, solo podría seguir viva si está unida a la tuya.
Hoy amor doy gracias a la vida misma, porque hasta hoy descubrí : ¡Cuanto te amo!