¡Oh! Amor mío, a diario en mi encierro pregunto a mis adentros ¿Cuándo será? ¿Cuándo será que serán míos tus besos? ¿Cuándo mis tibias manos se deslizarán en tu cálida piel, delineando con mis dedos tu cuerpo? Mi vida lleno de esperanzas, el corazón de anhelos y con una sonrisa refleja en mi rostro me respondo: “Pronto, muy pronto estaré entre sus brazos disfrutando cada momento, muy pronto seremos uno y asi fundidos en desbordante pasión volaremos juntos en la inmensidad del cielo. Es hermoso soñar que ha sido, es y será todo así de bello.
No sé si fue hace poco tiempo o hará mas de lo que suelo pensar… pero, te vi llegando a mi vida intentando acoplarte a mi estilo, a mi espacio, a mi realidad, primero y como es lógico pensé: “ éste es un loquillo” seguido a esto pregunté “¿Qué le pasa, por qué actúa así?, pero me olvide prácticamente al instante de ello y sin dar mayor importancia a tales acontecimientos mi vida siguió “normal” o al menos lo que para mí lo era. Sin darme cuenta de pronto desapareces como si no hubieses existido o no sé si fue que prácticamente vivía en otro mundo que no me percate de tu ausencia si no hasta que volviste aparecer en mi vida… esta vez llegas irradiando tu luz, desprendiendo de tu alma miles de palabras convertidas en versos, gritando al mundo con ellos todo ese amor que habita en tu alma, así que prácticamente de la nada empezaste a seducir mis sentidos y de pronto ya en privado escribías solo para mi cosas bellas que me hacían soñar, que me hacían creer que lo escrito ante el mundo no podía ser para mas nadie, que vertías en tus letras todo ese amor que cargabas y que era solo mío; pero al fin pensamientos creados por y para mí. Pasados unos cuantos días encuentro un hermoso poema que destilaba muchísimo sentimiento, pasión, amor tanto que mi corazón desbordaba emoción pero casi al final mis ojos se cristalizaron y un par de lagrimas escaparon de ellos, se escurrieron por mis mejillas, por vez primera sentí celos , tus letras tenían dueña y no era yo. Nada dije entonces, después nada tuyo leí e intente de cierto modo olvidarme de que existías pero cuando te percataste de mi ausencia volvías ahí donde te conocí, justo ahí donde empezó nuestra historia de locura, de ensueño, de amistad donde hoy formas parte de mi realidad, donde espero que permanezcas muchísimo tiempo más. A diario agradezco a Dios por cada cosa con la que me bendice, por cada persona que cruza en mi camino, por cada ilusión, por cada meta, por cada momento, pido a que me llene de su Fe, de su esperanza y sobre todo que me alcance la vida para mostrarte a ti y a mi familia cuanto les amo.
Y me preguntas amor, ¿qué es lo que tengo? Tengo tu alma enamorada, que viene a jugar con la mía y envueltas en romance nos brindan mil alegrías. Tengo miles de besos apasionados, tiernos, furtivos esos que tanto disfrutas en los encuentros prohibidos. Tengo la pasión que desesperadamente tú buscas y que solo en mi cuerpo a placer disfrutas. Tengo palpitante en mi mano tu corazón y tu voluntad que celosamente resguardo, cada vez que te vas. Ya nada me falta, de sobra todo tengo, cada palabra, cada detalle, cada caricia, cada beso, ¡estoy fascinada! Amor, si a mi lado estas, en ti todo lo encuentro.
Si es que alguna vez me amaste Apiádate del alma mía regrésame lo que te llevaste ven, libérame de esta agonía. Como vivo, no es vida sin tus besos no hay calor en mi piel, hoy esta fría sin ti, no obedezco a mis deseos no tengo voluntad, quede vacía. Ven, devuélveme la alegría colma con tu amor todo mi ser ven de nuevo que por ti todo daría tan solo por la dicha y el placer. Vuelve a mí con tu amor apasionado vuelve que sin ti todo ha cambiado nada valgo sin tus besos, sin tu cuerpo vuelve pronto que de amor estoy muriendo.
Si de mi te alejas volverá la soledad de nuevo los días se tornaran grises quedaré sumergida en la oscuridad dejarás mi vida sin color ni matices. Si de mi te alejas volveré a llorar quedaré desconsolada y en agonía justo como estaba cuando te vi llegar no habrá más sonrisas, no habrá alegría. No quiero que marches y dejes dolor no quiero que condenes esta vida mía solo tú lograste transformar mi corazón solo tú, llenaste con tu amor mi vida.
¿Quien alguna vez no ha vivido de sueños? Yo sí. Cuando te conocí algo en mi cambio, aun sin saber nada de ti pude percibir tu sentir, me sentía feliz cuando tu sentías que lo eras, y cuando lloraste amargamente de tristeza por un amor, sentí que cada lagrima que tu derramabas quemaba mis mejillas y mi corazón se ahogaba con ellas aun sabiendo que no era yo quien las provocaba.
Sin conocer tu rostro pude ver como se reflejaba el dolor y la angustia en él, no sabía a bien que sucedía solo sé que tu dolor me dolía, que al ver tu alma triste la mía también se sentía destruida; fue entonces que me di cuenta que te amaría con todo mi ser y así sucedió.
No sé con exactitud ni que día, ni qué hora, ni ningún otro detalle de cómo fue que empecé a amarte, cuando abrí mis ojos a la realidad de un nuevo día, ya había sido tuya, te pertenecía por completo, desperté con la emoción que brinda el amor, pero no un amor cualquiera, sino un amor de verdad del que colma y llena de bendiciones, del que se entrega total, sin límites; al verme al espejo tan feliz, tan radiante, tan fuera de mi, sin conciencia, sin cordura, supe que no habría marcha atrás, te quería mío, te sentía como tal.
Fue tanto el amor que tenia para dar y lo volqué en ti sin reservas ni precauciones no quería que mi conciencia regresara para no sentirme culpable de tanta dicha, así que permití una y mil veces que la amaras a ella (mi conciencia) para que marchara feliz y que no quisiera regresar, solo así podía vivir soñando que podríamos ser uno, no sabía por cuánto tiempo pero incluso hasta esa incertidumbre me llenaba de gozo, daba todo y recibía, quizá no en la misma medida pero era amor, amor verdadero porque era la comunión de dos almas la tuya, la mía… era una forma de amar pura, clara como el agua. Aun recuerdo la exquisitez de tus palabras diciendo que un amor como el nuestro perduraría a lo largo de nuestras vidas pues lo que verdaderamente une a dos personas son los lazos afectivos que se logran crear y en eso tú lo sabes bien fuimos uno.
Lastimosamente y sueño al fin, tan lejos de mi realidad, tan absurdo en la tuya, nos toco despertar y afrontar lo que no queríamos ver… al amor no le basto la esencia que ambos entregamos exigía presencia, y ni tú, ni yo la pudimos ofrecer en el momento justo, nos toco decir adiós porque descubrimos que jamás podríamos estar juntos.
Me duele el alma al sentir como mi ser se calcina poco a poco entre tanto amor… aun siento tus labios ardiendo en los míos con ese eterno beso que la cruel distancia nos negó.
Tu amor ha sido el regalo más grande y más preciado que Dios me regalo aunque hoy obedeciendo a sus principios debo darle libertad y con el corazón palpitando entre mis manos hoy te digo adiós…
Te sientes inolvidable y por eso te aprovechas, porque sabes que te ame y te di entero el corazón, sabes que al marcharte destrozada me has dejado cortando de tajo toda mi ilusión. Aunque por ti muera no voy a rogarte que a mi lado vuelvas que me regreses tu amor como un día tú dijiste bienvenido es quien llega y que bien le vaya al que diga adiós. Entre tus tantos dichos también este mencionaste bien nacido es quien sabe agradecer es por ello que agradezco tu estancia en mi camino y reitero nuevamente que amarte fue un placer. No puedo decir nombres por no ser permitido pues quien ama a hombre ajeno al anonimato se condena bendita penitencia a mis espaldas llevo por seguir amando tu alma noble y buena.
Piensa en mí Cuando la tristeza invada tu rostro y de a poco te va nublando el corazón... Piensa en mí un momento, respira profundo, guarda la esperanza, ¡Busca un buen amigo! Cuando sientas que lo has hecho todo y las cosas no resultan como esperabas Piensa en mí un momento; verás que no todo está perdido y que es tiempo de rectificar… ¡Date la oportunidad! Cuando te sientas vencido y creas que la vida te abandona… Piensa en mí un momento y recuerda que aunque no puedas verme ¡Siempre estoy ahí! Sí, estoy ahí… He venido a decirte que pese a cualquier circunstancia, por difícil que pareciera Jamás te abandoné siempre, ¡Siempre! estuve junto a ti, te vi nacer, te vi crecer, te he acompañado en cada alegría, te he cargado en todas y cada una de tus penas…. Así que no dudes más Hermano Mío ¡No temas! que he de acompañarte hasta el ultimo día y de la mano iremos hasta donde nuestro Padre donde conocerás la vida eterna. Tu hermano Jesucristo
en el frio de la noche, con los claros de luna;
Te busque, con desesperación inaudita
en cada lugar poblado, en cada calle obscura.
Te busqué sin cesar bajo el sol candente
en los días nublados, en los días de lluvia;
Busqué presurosa tu esencia envolvente
para calmar las ansias que mi ser desprendía.
Te busqué esperando un amor perfecto
con la luz incandescente que brinda la ilusión;
Te busqué dentro de éste mundo incierto
y de pronto encontré a tu amado corazón.
Me encontré con tu tierna y sutil mirada
que dejaba ver al mundo tu belleza interior;
Belleza deslumbrante de tu alma enamorada
mostrando el sentimiento como algo superior.
Te busqué y he encontrado tu amor bondadoso
con el cual has borrado toda evidencia de dolor,
has convertido mi mundo en un lugar maravilloso
donde todo compartimos colmándonos de amor.
Un día como hoy, que mi tristeza estaba a flor de piel, que la angustia se apoderaba de mi pecho, que las lágrimas querían recorrer mi rostro y el Corazón quería salir de mi pecho justo en estas circunstancias fue que te encontré.
Y me encontré con tu mirada, esa que dejaste vertida entre tus letras, y me encontré con tu alma la cual plasmaste a placer, dibujabas con tus versos maravillas que se fueron grabando a fuego en mi mente y se convirtieron en caricias que quedaron marcadas en mi piel.
La sangre corría acelerada por mi cuerpo, el corazón tan solo destilaba emoción, siempre te encontraba a mi lado ¡siempre! Pues te había guardado en mi interior.
Mi ser se embriagaba de tu suave y fina esencia, mis labios anhelaban de los tuyos el sabor y mis dedos dibujaban en el aire tu cuerpo ¡lo delineaban a la perfección! Sentía tocar el cielo entre tus brazos, se llenaba el mundo de placer, placer sublime que solo alcanza quien se entrega sin reservas y con amor puro como debe ser entre el hombre y la mujer.
Hoy doy gracias a la vida por todo esto y todo lo demás que me brindo, pues tu bondad, tu esencia, tus versos, tu amor y tus besos…. Aun con tu ausencia y hasta el día que muera me los quedo yo.
Gracias Dios por darme todos esos días... como HOY…
La tristeza astuta va ganando terreno en mi vida enraizándose en mi ser, mi mente revive todos esos recuerdos que en su momento fueron realidades que me hicieron feliz; ahora solo me queda el dolor que a pasos agigantados va apoderándose del corazón, el cual se deja vencer al sentirse desprotegido sin tu amor, el alma no libera nada pues cada instante fue empapándose, viviendo y dependiendo de ti.
La soledad es ahora mi fiel compañera, ya ni la luna quiso ser mi confidente llorando me dijo que ella tampoco soporta tanto dolor, las estrellas se fueron apagando ante tu ausencia pues era tu luz las que las hacia resplandecer.
Sin tu amor todo se ha vuelto gris, el aire mismo se siente pesado, la locura me atrapa entre sus redes, la vida misma va cerrando los caminos que me había abierto para llegar a ti, dime ¿Qué hago? Si desde el día que marchaste todo… todo perdí y tú aun sabiendo todo esto me olvidaras…
Se amor, que te seguiré extrañando mientras un corazón lata dentro de mi cuerpo y mi alma aunque triste vague en este mundo. Te seguiré extrañando más allá de lo visible y de lo que la vida misma permita por que tú te anclaste en mi corazón para el resto de mis días.
Aun recuerdo aquella noche de verano, en que nuestras miradas se cruzaron por ves primera, fue solo un instante lleno de magia pero pude percibir el calor que tu cuerpo despedía y pude sentir el regocijo de tu alma al encontrarse con la mía. Dime amor ¿quién diría que esa noche marcaría nuestras vidas? Fue ahí donde comenzó nuestra historia, la que muchos imaginaron que final no tendría.
Con el paso de los días te fui adorando mas que a mi misma, olvidándome que fuera de ti y de mi había un mundo del que yo me había olvidado tan solo por pertenecerte, llegue a sentir que nada me hacia falta si te tenia a mi lado, amaba sentirme presa de tus caricias, volaba en la inmensidad del cielo cuando en tus brazos me dormía, bebía de las cristalinas aguas del manantial de tus besos, y me alimentaba de la luz que tu alma despedía, como vez no me hacia falta nada por que en ti todo lo hallaba, era en ti en quien todo, absolutamente todo tenia.
Mas una tarde tuviste que partir, abandonaste todo por seguir en tu aventura y a pesar de que prometiste que volverías el murmullo del viento que corría en tono burlón me destrozaba el alma asegurándome que mi puerto quedaría solo y que tú que habías sido capitán de mi barco jamás anclarías de nuevo tu barca cerca de mi bahía.
Ahora han pasado años, desde aquella tarde gris en la cual llena de esperanza e ilusión felizmente te despedía y es hasta ahora cuando no dejo de extrañarte que al murmullo del viento le concedo razón, ese viento que ha sido cómplice de nuestro romance, era el mismo que desde hace mucho tiempo te vino haciendo compañía, quien mejor que el para advertirme que tu ausencia seria larga puesto que tu al encontrar otro amor del mío te olvidarías.
La tristeza sigue rondando mi vida, hace acto de presencia y se burla al verme a la cara, los dias siguen grises y mi alma negra, por el luto que en el corazón se guarda.
No hay sonrisas para enmarcar el rostro, incluso el llanto también se ha secado, se me acaba la vida hundida en pensamientos , como se consume el agua en pleno desierto. La soledad se ha posado a mi lado, ya no tengo amigos, los que quedaban marcharon…
Mi fe quebrantada y mi esperanza moribunda buscan alicientes mas no encuentran nada, solo este recuento que lleva a pensar que en este mundo la vida no vale nada.